A los 18 años, se dio de baja de la facultad en la Escola Nacional de Música y se fue a vivir a Roma dispuesta a profundizar sus estudios de canto lírico. Antes de volver, se presentó en Venecia, donde se reencontró con el productor Nelson Motta, quien dirigió sus primeros conciertos profesionales en su regreso a Brasil, producidos por Lula Buarque de Hollanda.